LA CABEZA DE HAYDN

En 1820 el príncipe Nikolaus II de Austria construyó un mausoleo digno para los restos de Franz Joseph Haydn, pero cuando su cuerpo fue desenterrado para llevarlo a sus nuevos aposentos se dieron cuenta que faltaba la cabeza.

Haydn era un tipo tan sencillo que no tenía otra misión que la de cumplir sus obligaciones como músico de la corte y el de la exploración de la música simplemente por hacer música.  Durante su vida produjo tal cantidad de obras maestras que ni él se daba cuenta de la trascendencia de su trabajo. En 1791 a sus 59 años de edad, un amigo lo invitó a pasar una temporada en Londres y ahí fue donde se dio cuenta de lo mucho que lo admiraba el público y de la influencia que tenía su música fuera de Austria.

Sin darse cuenta se encontró dando entrevistas, visitando personalidades, comiendo y cenando fuera todos los días. Total a dónde iba lo recibían con alfombra roja y él, feliz disfrutando de esos privilegios de los que nunca había gozado en Viena. 

Franz Joseph Haydn fue un genio innovador en muchos sentidos pero su vida laboral era anticuada para su época. La idea del músico empresario era cada vez más popular  y compositores como Mozart y Beethoven (su alumno) ya trabajaban de manera independiente, mientras que Haydn trabajó toda su vida bajo estrictos contratos laborales y de exclusividad. Durante su visita a Londres le escribo una carta a una amiga diciendo “Este poquito de libertad que he probado me ha sabido tan dulce! Mi príncipe ha sido muy bueno conmigo pero depende el tanto de él a veces me hace querer romper mis ataduras.

Cuando Haydn regresó de Inglaterra, conoció a Carl Rozenbaum, el nuevo secretario del príncipe Nikolaus II. Se hicieron tan buenos compañeros de trabajo y amigos a pesar de la diferencia de edad que Haydn anduvo de alcahuete ayudándole con una cantante de ópera con la que Rozenbaum terminó casándose en 1800. Pero el joven secretario, escondía un secreto siniestro... 

Varias décadas después vivió en Francia el señor Tan-tan; y le decían tan-tan porque tenía una condición degenerativa cerebral y la única palabra que pronunciaba era tan. En el hospital de Bicêtre de París, los médicos no comprendían cómo Tan-tan podía entender las cosas que le decían pero no podía pronunciar ninguna palabra que no fuera tan. Justo antes de su muerte en 1861  lo visitó el doctor Paul Broca, un médico que tenía sus propias ideas sobre el funcionamiento del cerebro y que estaba muy interesado en su caso. La autopsia de Tan-tan reveló una lesión en el lóbulo frontal izquierdo de su cerebro y con eso, el Dr. Broca concluyó que esa área del cerebro en específico controlaba la capacidad del habla. Fue así como nació la Neuropsicología. 

Este descubrimiento científico fue un golpe bajo para el médico Franz Joseph Gall  quien desarrolló la corriente de la frenología al mismo tiempo del viaje de Haydn a Londres. Sí frenología, aunque no me crean, sí existe esa palabra y no tiene nada que ver con frenar. Franz Joseph Gall creía que el cerebro es como un músculo que se ejercita, y que cuando desarrollamos diferentes habilidades, diferentes áreas del cerebro crecen y provocan esas pequeñas variaciones en nuestro cráneo.  En pocas palabras, creía que si tenías como que un chipote yo por ahí quería decir que eres inteligente pero si tenías mollera estabas medio menso. Así que él y sus seguidores se la pasaban midiendo y estudiando cráneos… de vivos y de muertos. 

Dos de sus más fieles seguidores eran el austriaco Johann Nepomuk Peter quién trabajaba para el gobierno en Austria y su mejor amigo Joseph Carl Rosenbaum, sí, el secretario del príncipe Nikolaus II, patrón de Franz Joseph Haydn. Ya te has de imaginar por dónde va la cosa. A pesar de que la frenología era una corriente influyente entre la comunidad médica, solamente tenían acceso a cráneos de cuerpos no reclamados, de suicidios, de gente en situación de calle; así que estudiar el cráneo de un científico o un artista genio era una idea  difícil de quitarse de la cabeza.

Para principios de 1800 la fama de Haydn se había extendido desde Portugal hasta Rusia pero el cuerpo del Maestro ya mostraba signos de severo deterioro físico y mental. La aristocracia de Viena organizó un homenaje en su honor en el que fue recibido por su alumno Beethoven y la orquesta de la corte presentó su obra LA CREACIÓN dirigida por el maestro Antonio Salieri.  

En 1809 el ejército francés comandado por Napoleón inició un ataque directo a Viena. Razón de la que vivía su familia fue bombardeada y aunque el espíritu de Joseph estaba con la frente bien en alto frente a la guerra, su cuerpo sucumbió el 31 de mayo de 1809 a la edad de 77 años.

Y pues bueno, con toda la muerte y destrucción en estas guerras napoleónicas, la muerte de Haydn pasó sin mucha atención y con las prisas y los peligros del momento, terminaron entrerrandolo en el cementerio local en el primer lugar que le encontraron disponible. Pero… arreglos y convenios secretos previos se habían hecho que perturbarían el espíritu de Haydn por más de un siglo. Rozenbaum, el secretario del príncipe, y su amigo Peter habían sobornado al sepulturero para que les ayudará a extraer la cabeza de Haydn después de su muerte. El problema fue que el sepulturero se agarró a trompadas con alguien en la calle y no apareció hasta una semana después… y con el calorón de junio pues…


 
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