LOS MUSICOS DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN THERESIENSTADT

En las peores condiciones en las que un ser humano puede vivir, un grupo de músicos judios mantuvo siempre la frente en alto ante lo inevitable.

En 1780, el emperador José II ordenó la construcción de un fuerte militar para defender esa región del imperio Austro-Hungaro, y lo llamó como su madre María Teresa: Theresienstadt. Tras la rendición ante el reinado de Prusia en 1866 y la pérdida del territorio alemán, el fuerte se utilizó como cárcel y campo de concentración para prisioneros políticos hasta el colapso del imperio Austro-Hangaro al terminar la Primera Guerra Mundial. Theresienstadt pasó a ser territorio de la recién formada Checoslovaquia, pero no pasaría mucho tiempo antes de que la paz se viera interrumpida nuevamente.

Para muchos, la división del pueblo germánico era algo intolerable y había que hacer algo al respecto, a cualquier costo. Y poco a poco, este personaje patético de nombre Adolf Hitler fue enamorando el corazón del pueblo alemán, encendiendo miedos y odios hacia sus mismos conciudadanos. Una vez en el poder, no pasó mucho tiempo antes de que formara un ejército que le era completamente leal y comenzara la persecución de enemigos políticos y judios en territorio Alemán. 

El siguiente paso era unificar Germania, y no había otra opción más que tomar los territorios separados, fue así como un día de 1938, a base de manipulación política e intimidación, el ejercito nazi marchó por las calles de Austria y Checoslovaquia sin la necesidad de disparar una sola bala…


 
Anterior
Anterior

OPERACIÓN ANTROPOIDE

Siguiente
Siguiente

TRAS LAS BAMBALINAS DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE JALISCO